Luna

  Muchos aman a la Luna, la ven como una hermosa perla resplandeciente en el cielo nocturno, como una bella hebra luminosa en la negrura salpicada de luceros. Cual faro que guía sus sueños bellos y románticos... Pero yo le temo... le temo porque no la veo como un bello resplandor que alumbra sueños e ilusiones, a mi me aterra porque para mi es como una puerta, un agujero siniestro por el que nos pueden vigilar los seres que habitan más allá de las dimensiones que conocemos, como un portal cubierto por una delgada película lánguida e inestable que puede ceder en cualquier momento dejando pasar a las criaturas, seres, espectros o lo que sea que se arrastra del otro lado.

     No se cuándo le temo más, si cuando logro vislumbrar por error la tenebrosa cuerda amarillenta que se genera en el primer instante en que aquel portón enfermizo se abre, porque se en ese momento que del otro lado aguardan sombras y horrores que esperan ansiosos ese instante. O si le temo más cuando aquella compuerta esta abierta de par en par en su completa y obesa inmensidad, en aquel momento en que se despliega su amarillenta e imponente gordura, cual masa gigantesca posada sobre el horizonte sollozante.

     No se cuándo le temo más, si cuando está abierta, sabiendo que del otro lado el vacío infinito y el eco cavernoso de gargantas tenebrosas y burlescas  viaja hasta este cielo de negros tintes. O si le temo más cuando no la miro; porque cualquier ser malévolo pude cruzar en el momento en que no estoy  observando, cuando por cualquier cosa mi atención se desvía y dejo de vigilarle un instante con el temor insano de que algo se arrastre desde ese agujero grotesco y de pronto se encuentre susurrando palabras malditas detrás de mi cabeza. No se si le temo más cuando se está abriendo o cuando se esta cerrando, porque cuando comienza a cerrarse siento la pesadez del tiempo... deseo que los días se apresuren y que discurran rápidamente para que el portal se cierre, para que ese aperlado y macabro hoyo no deje pasar nada hacia este lado, porque se que son los últimos instantes en que tendrán oportunidad de atravesar, porque el subconsciente me dice que  cada instante cuenta y que en el último segundo pueden ingresar por esa puerta legiones que no pasasen días antes. Sólo en una ocasión llego a ver si acaso algo de belleza en ese pálido astro y es cuando pasea en el cielo junto al Sol porque se que aquellos seres interestelares, interdimensionales o como quiera que sean denominadas aquellas entidades, temen al Sol y a la potencia de su luz. Le temen porque los quema y los devela, porque no hay sombra tan densa bajo la luz del astro diurno donde puedan ocultarse. Sin embargo, me aterran los días en que sucede un eclipse, pues se que en esos momentos, la tierra esta a merced total de Ellos y de Aquellos... se que en esos momento se pasean cual gusanos asquerosos arrastrándose por entre todos nosotros, y esos días me enclaustro y cierro las puertas, me escondo bajo las cobijas, y pido al Dios que me llegue a oír ya no que me proteja sino que mi muerte no sea tan aterradora...

     El frío es agradable, el ruido del tráfico me serena, el olor a gasolina quemada y a smog son relajantes mezclados con aire frío, las luces nocturnas de la ciudad danzan bellamente, el ruido de los motores son una música que pocos saben apreciar. Conduzco por la calle despejada... un puente más antes de llegar a casa, subo esa joroba de concreto, asfalto y metal y en lo más alto de ella la veo: La siniestra y burlona hebra resplandeciente, cual ojo abriéndose frente a mi, como anunciándome que han vuelto de nuevo esos días de terror, sin embargo, me digo a mí mismo que han pasado muchas Lunas y el portal nunca ha escupido nada -o al menos no me he dado cuenta-. Me aferro a esa idea para consolarme, pero poco me dura ese consuelo cuando veo que el vidrio se empieza a empañar con un aliento húmedo y repulsivo... estúpidamente giro la cabeza.... Nunca bajé la guardia y en el momento en que me permito tener una pequeña esperanza contemplo aterrado a uno de ellos... acompañándome sonriente sentado a mi lado...



S.E.C.C.