Pensamientos

Pude haber escrito muchos historias, puede haber contado miles de relatos, uno tras otro libros haber llenado con lo que mi mente en el momento más sensible y creativo pudo haber imaginado, pero no lo hice, esperé siempre con la creencia de esperar el momento correcto, la circunstancia adecuada, el instante perfecto. Y ahora  cara al fin de mis días sólo esperaría haber vaciado todas aquellas ideas y relatos y cuento y personajes, lugares y reflexiones en algún reducto donde - si no fuesen leídas en su momento- al menos quedasen guardadas y empolvadas pero latentes cual semilla plantada en las tierras del quizás. Sólo espero que tales ideas y pensamientos no perezcan conmigo, que estén guardadas en mis partículas  que en algún momento resurjan en la mente de algún otro que posea alguno de mis átomos y una pizca de lo que fuera mi esecia. Que lleve a cabo lo que yo tontamente no hice y escriba... escriba hasta que el papel de sobre la tierra se agote, hasta que las teclas se desmoronen, hasta que la tinta que contiene el mundo no sea suficiente.  Para que al menos pueda hablar a los oídos de aquellos que vendrán desde un tiempo en el que mi mente era lúcida y conozcan mis ideas y mis pensamientos al menos hasta que el Sol se trague a la tierra.